Una de las maravillas que nos llama la atención al sumergirnos en el Mediterráneo es encontrar un fondo de Gorgonias.
Las Gorgonias, abanicos de mar o corales blandos forman parte del gran grupo de los cnidarios (donde también encontramos a las medusas, corales y anémonas) y son animales aunque, por su aspecto arbustivo y al estar fijos al substrato, se hayan confundido con vegetales en muchas ocasiones.
En términos científicos, pertenecen al grupo de los octocorales y, a diferencia de las corales, tienen esqueleto interno y córneo, flexible (los corales tienen un esqueleto duro de carbonato cálcico).
Las Gorgonias son animales coloniales que están formados por individuos en forma de pólipo; los pólipos tienen que buscar formas para coordinarse y se comunican interiormente por medio de tejidos vivos, que conforman canales y tubos.
A diferencia de los corales duros (como vimos en la entrada del coral naranja), las gorgonias son fotofóbicas, es decir, huyen de la luz y buscan los pasos de corrientes para su alimentación, dado que son filtradores. Por eso las encontraremos en paredes verticales, extraplomos, … lugares privilegiados que les proporcione un sitio donde poder filtrar el agua llena de plancton y que la luz escasee.
Como las aguas de nuestro Mediterráneo son pobres en nutrientes (y transparentes), las gorgonias empiezan a aparecer a partir de los 30 ó 40 metros de profundidad, cuando la luz ya ha sido lo suficientemente filtrada y tamizada por la columna de agua. En sitios de buceo con aguas algo más turbias, debido a la carga de nutrientes, las podemos encontrar a partir de los 15 m.
Aunque su estructura sea más o menos flexible, son organismos muy delicados y sumado a su crecimiento extremadamente lento (menos de 1 cm al año), implican que esta especie sea considerada un indicador biológico del estado de salud del ecosistema, siendo utilizada por los científicos y técnicos responsables de las reservas marinas para diseñar planes de uso y gestión de los puntos de buceo.
En zonas fuertemente frecuentadas por buceadores, la mortalidad natural de las gorgonias puede verse triplicada. Una de las razones es la rotura física por malas prácticas de los buceadores (aletazos y golpes con partes del equipo). Además, debemos tener en cuenta el impacto que conlleva el levantamiento de sedimento del fondo que poco a poco se va posando sobre las gorgonias, impidiendo su alimentación (dado que son organismos filtradores).
El fondeo inadecuado de embarcaciones también es una causa importante de mortalidad. Por ello, áreas protegidas del Mediterráneo como Islas Medas en España o Port Cros en Francia que han sufrido daños a causa del exceso de inmersiones y fondeos en zonas vulnerables, han optado por regular el buceo y los fondeos de las embarcaciones. De esta manera, los campos de gorgonias han vuelto a tener un aspecto saludable y nos permite a todos disfrutar de esta belleza.
Cuando buceemos debemos extremar la precaución para evitar todo contacto con el fondo, especialmente si hay organismos delicados. Recuerda que los buceadores somos meros observadores de esta belleza natural y es parte de nuestra responsabilidad como buceadores preservarla.
Para finalizar, comentar que el cambio climático también juega en contra de las Gorgonias.
A continuación os dejo un artículo interesante de El Mundo que nos habla de un estudio del CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas, de España) sobre la mortandad de las gorgonias y el cambio climático:
El alargamiento de las condiciones veraniegas en el mar causado por el calentamiento global se debe al incremento en la duración e intensidad de la estratificación o falta de mezcla entre las aguas profundas y superficiales en la columna de agua.
Durante este periodo, la capa superficial del mar se calienta progresivamente por lo que aumenta el contraste térmico con las capas de agua inferiores. Esta situación de estratificación se prolonga desde mayo hasta octubre aproximadamente, cuando con el descenso de las temperaturas y la intervención del viento, el agua se enfría y mezcla de forma vertical de nuevo.
Además de la mortalidad en masa de especies de gorgonias (octocorales), los episodios afectan a otros grupos de invertebrados suspensívoros, como corales, zooantarios, esponjas, briozoos o bivalvos, componentes de la comunidad coralígena, una de las más diversas y abundantes del Mediterráneo, con más de 1.600 especies.
«La causa de la mortalidad de estos organismos es el estrés fisiológico debido a las limitaciones energéticas. Las altas temperaturas implican un mayor esfuerzo respiratorio y no hay tanto alimento disponible, ya que los nutrientes no suben de las aguas profundas más frías», afirma, Rafael Coma, coautor del trabajo.
Mercedes Varela
Dra. en Biología Marina por la Universidad de Alicante
www.posidoniaecosports.com
Muchas gracias por tu artículo.Soy una enamorada de estos animales:)
www,ascensionbiosca.com
gracias! Me alegro que te haya gustado. FelicitaCiones a ti también por tu obra. Un saludo
la nota que publicaste me fue demasiado util, voy a aprovecharla y mandarsela a un amigo por fb que estaba buscando lo mismo, muchas gracias por compàrtir la data 😀