Cuando se habla de corales siempre viene a la cabeza los fondos de los mares tropicales, como estos:
Sin embargo, aquí en el Mediterráneo también podemos gozar de la presencia de este tipo de animales que tanto nos gusta. Desde Cádiz hasta Cabo de Palos, nos encontramos con Astroides calycularis, el coral naranja, especie amenazada del Mediterráneo.
Es un coral colonial, es decir, constituido por varios pólipos, cada uno con su esqueleto calcáreo, unidos por su base común. Los pólipos (de 1 cm de diámetro y 10 de longitud) son de color naranja y tienen forma estrellada (de ahí su nombre). En su extremo superior se localiza una apertura que funciona tanto como boca y ano, que está rodeada por unos 30 tentáculos provistos de células urticantes (cnidocitos) capaces de paralizar a sus presas e introducirlas dentro de la boca.

Los cnidocitos son células que caracterizan a todo el filo de los cnidarios (en el que se incluyen corales, anémonas y medusas) que consisten una cápsula que contiene el líquido urticante, el cual se inocula gracias a un mecanismo de resorte semejante al de un muelle que es disparado de forma mecánica.
El coral naranja vive desde la superficie hasta los 30 metros de profundidad, en superficies rocosas: paredes, grietas y entrada a cuevas; incluso puede encontrarse por encima del nivel el agua allí donde el oleaje suave permite humedecer las paredes en donde se encuentran estos corales. Su actividad es principalmente nocturna, aunque los pólipos pueden estar activos durante el día en áreas sombreadas. Se alimentan de pequeños peces y plancton. Es el alimento casi exclusivo de algunos moluscos gasterópodos, como la especie Babelomurex cariniferus
Además, hay numerosas especies de invertebrados que interaccionan con este coral, ya que podemos encontrar varias especies de bivalvos y gasterópodos viviendo dentro de las colonias, incluso algunas de los cuales se alimentan de los pólipos.
El coral naranja (Astroides calycularis) se encuentra incluido en el catálogo nacional de especies amenazadas con la categoría de “vulnerable” y figura en los anexos de los convenios de Berna, Barcelona y CITES. Es una especie muy sensible a la contaminación y a los cambios climáticos, por lo que está siendo usada como indicadora de dichos cambios.
Mercedes Varela
Doctora en Biología Marina (Universidad de Alicante)
www.posidoniaecosports.com
Me ha gustado este artículo.
Ignoraba que este coral estuviera amenazado.
Saludos,
muchas gracias! Me encanta poder transmitiros cosas nuevas. Ya estoy preparando la próxima entrada. Un saludo